No desconocemos la capacidad y el intelecto del florentino: escultor, arquitecto, ingeniero, pintor, dibujante, paleontólogo, científico, inventor, chef, perfumista….
En estos párrafos voy a contarles de una de sus obras más emblemáticas La Gioconda, pero adelanto que no es de su sonrisa. Me voy a referir al lugar en que la ubica en el cuadro y la postura en la cual eligió retratarla.
Mona Lisa está sentada en el centro y a nuestra derecha, al borde del lienzo, se percibe una sombra sin propósito aparente y hay otra más sutil en el otro costado. El panel que hoy podemos ver en el Louvre ha sido cortado en cada lado y las columnas que allí había fueron removidas, de ellas solo quedan vestigios, sombras. Un bosquejo de Rafael de Sanzio de la obra da fuerza a esta idea.
Al centro de la escena, casi sin intervención, solo observando, sentada en un sillón con apoyamanos y dos columnas a cada costado de su asiento está sentada Lisa Gherardini del Giocondo, de igual forma y con la misma actitud que marcaba el protocolo a seguir por los grandes maestros de logias para presidir sus reuniones. Leonardo nos querrá decir que el personaje retratado era un gran maestro?