El Cuarto de Arles, obra de Vincent Van Gogh nos remite, si observan, a los pares. Muchos de los elementos en la escena aparecen de a dos, a saber: dos sillas, dos jarras, dos botellas, dos cepillos, dos almohadas, dos retratos. Su vida es de amores no correspondidos y de constante búsqueda de otro. Su caída más estrepitosa, el abandono de Paul Gauguin. Tal vez esa escena, su preferida, refleja el deseo de estar acompañado salir de su profunda soledad.