Pablo Picasso dijo: existen a la venta miles de verdes: verde veronés, verde esmeralda, verde de cadmio y cualquier verde que desees, pero aquel verde particular nunca está”. Apostillas aparte esto puede traer referencia a las corridas cambiarias donde se persigue el verde dólar, pero aquí en un acto altruista no interesa. Si quieres buscar el verde particular del que habla Pablo “un verde vívido”. Busca el amarillo más frío, ejemplo un amarillo de cadmio claro, y el azul más frío, un azul de manganeso puede servir. La mezcla de los dos dará como resultado un verde vibrante. Ello se da porque al mezclar dos colores fríos, sin rojos en su composición, el color resultante de la mezcla no se agrisa, por ley de complementarios, recordemos que el rojo es el complementario del verde y viceversa. Otros azules y otros amarillos se encuentran menos saturados porque tienen rojo en su composición. Por ejemplo: si mezclamos amarillo ocre con azul de ultramar el verde resultante será agrisado, dado que estos dos colores son relativamente cálidos.
Verde que te quiero verde
